Noticias Inmobiliarias
Opinión: ¿Se puede comprar piso de manera online?
06-05-2020
Este momento excepcional que estamos viviendo a causa de la pandemia por Covid-19, ha puesto de manifiesto la necesidad de tener una buena relación con las tecnologías. Mientras que antes pensábamos que podíamos no saber usar correctamente el ordenador, o que con las funciones básicas del móvil nos bastaría para llamar... ahora nos damos cuenta de que nuestras habilidades son escasas, e incluso en el caso de saber usarlas, ahora más que nunca hay que ponerlas en práctica. Hemos tenido que actualizarnos, usar nuevas plataformas de comunicación, videollamadas, hacer nuestro trabajo desde casa, dar parte por teléfono de nuestras tareas... Esta pandemia ha traido muchos cambios a nuestras vidas en muy poco tiempo.
En el sector inmobiliario se ha reforzado el uso de la tecnología, como en casi todos. Con las persianas bajadas, y las visitas paralizadas, hemos tenido que ingeniar maneras de ofrecer las viviendas de manera virtual. Apoyar las fotografías con videos es sin duda un avance que ha ayudado a seguir conectados con nuestros clientes, ayudándoles a decidir qué opción es la más adecuada según sus deseos o necesidades. Tener actualizados los anuncios en los mejores portales inmobiliarios ha sido una tarea que siempre hemos hecho, para que el cliente pueda saber qué propiedades están disponibles, pero ahora durante la cuarentena hemos reforzado esta actividad.
Son muchos los periodistas, colaboradores y algunos especialistas los que han abogado por el uso de las visitas virtuales y los planos 3D, e incluso se ha llegado a manifestar la posibilidad de la compra de una vivienda sin la necesidad de visitarla. ¿Es esto una futura realidad? ¿Nos enfrentamos a ponernos unas gafas y decidir si esa propiedad va a ser nuestro hogar familiar para los próximos 20 años? Creemos que no, y lo creemos de una manera positiva. Usaremos la tecnología como apoyo fundamental para la compra de la vivienda, pero no podemos olvidar las emociones que nos invaden a la hora de visitar una casa. Un agente te acompaña, se interesa por tus necesidades y tus deseos, te ayuda a elaborar un plan de búsqueda y realiza una selección de propiedades que se ajustan a tus criterios, se agenda una visita y la mayoría de clientes están nerviosos, alegres y emocionados en ese momento.
Entrar a una casa, luminosa, grande, coqueta, céntrica o en las afueras, sea como sea pero acorde a lo que buscas, y sentir que va a ser tu hogar, es difícil experimentarlo a través de la distancia. Imaginarte desayunando en la terraza, ver realmente la luz y orientación, la sensación que te da ver esa chimenea que tanto deseas, o incluso ver que tus hijos van a disfrutar en esa urbanización, no tiene precio. Esas emociones son las que buscamos cuando visitamos una casa, y son las que finalmente nos hacen decidirnos por una. ¿Y qué hay del razonamiento? Nuestras emociones vamos a racionalizarlas, y lo que quizá es un mero deseo, justificarlo para convencernos de que lo necesitamos.
Confiamos en esa experimentación de sensaciones, y en el calor que te da una casa en la que te ves viviendo. Esa reacción casi instintiva es la que ayuda a la mayoría de clientes a decantarse por una propiedad, sobre todo en aquellos casos en los que la compra es para vivienda habitual. Aquellas inversiones en las que no necesitamos sentir ese feeling con la construcción, donde nuestra decisión es más racional: criterios de rentabilidad, ubicación en base al uso, estado del mercado, necesidad de inversión... podría hacerse de manera online, pero a día de hoy, confiamos en el trato personal que ofrecemos, y la necesidad de dejar a un lado la mente y conocer nuestros sentimientos ante una compra.
Sonia Esteve Orden